
Escondida entre la oscura noche, me senté a llorarle al cielo.
Qué hice tan mal?, me siento miserable al darme cuenta que no tengo quien escuche todas mis lamentaciones sin criticarme.
Mis sentimientos son fuertes y puros e inmensamente grandes, ¿pero de que me sirve todo esto, si para esta sociedad sigo siendo insignificante?, quiero vivir de esto para ayudar a los demás a soñar, a creer que el mundo puede cambiar, pero pensar de esta forma solo me trae criticas ajenas sobre mi persona.
Si pudiera hablar lo que pienso y siento no tendría la necesidad de escribir, no sería la miedosa que se esconde en su pieza sin salir por miedo a vivir la realidad, a conocer gente nueva y a socializar.
Te juro que quiero abrirme al mundo, quiero dejar de sentirme rechazada por mis pares por ser distinta, tengo tanto miedo a que se burlen de mi cursilería…que ya no me atrevo ni a demostrar mis sentimientos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario